BNHA: Yo soy Reiji Toga

El ascensor descendía en completo silencio. Los muros de acero pulido reflejaban la figura de Reiji, ligeramente distorsionada por la curvatura del metal.

Se miró.

La mandíbula estaba más afilada. Los pómulos le daban un aire casi idéntico al de su otra vida. Los ojos, naranjos claro, con una mirada fija y penetrante. Su pelo una mezcla de color entre rubio y un castaño claro, dando una impresión de dorado en algunos lados.

'Cada vez me parezco más a Ethan... ¿Hasta cuando me va a perseguir los temores del pasado?'

No se inmutó. Solo bajó la mirada un segundo.

'Ya no soy el experimento que era, tampoco seré la herramienta que quieren que sea. Esta finalmente es mi oportunidad de escaparme de todo... Al menos, el primer paso'

El ascensor se detuvo. Las puertas se abrieron con un susurro.

El pasillo era blanco, clínico, silencioso. Al fondo, la sala de reuniones de la Comisión esperaba, como una celda sin barrotes.

Entró.

Tres figuras lo observaban desde el otro extremo de la mesa ovalada. La directora, con su traje gris impoluto, no mostró gesto alguno. A su derecha, un anciano con rostro de mármol. A la izquierda, un hombre más joven, de mirada punzante.

"Reiji Toga" Comenzó la mujer "Toma asiento"

Él obedeció.

"Tus acciones hoy expusieron una operación completa de inteligencia encubierta.Tu rostro fue transmitido por al menos diecisiete canales naciones y tres de manera internacional. La prensa está rastreando tu identidad. Rescataste a un niño… y comprometiste tres años de trabajo silencioso"

Reiji no respondió de inmediato. Solo asintió una vez, firme.

"Acepto las consecuencias"

"¿Y cuáles crees que deberían ser?" Preguntó el anciano.

Reiji los miró uno a uno. Su tono seguía neutral, sin desafío, pero tampoco sumisión.

"No vine a justificarme. Lo hice porque era necesario. Pude haberlo dejado morir. Pero habría perdido más que un objetivo"

"¿Te crees héroe ahora?" Intervino el más joven "¿Crees que puedes actuar por cuenta propia, solo porque te entrenamos?"

"No me creo nada" Dijo Reiji, sin levantar la voz "Solo actué antes de que el sistema lo hiciera demasiado tarde. Eso es lo que hacemos ¿No?"

Hubo un silencio tenso. La directora apoyó los codos sobre la mesa.

"Tu situación es insostenible. No podemos seguir usándote como agente encubierto. Estás comprometido. Eres una figura pública en ascenso. Y aún eres un menor de edad"

"¿Se van a deshacer de mi?

La frase flotó, seca. No tenía miedo ni provocación.

El anciano suspiró.

"Consideramos varias opciones. Pero tu nivel de entrenamiento, la utilidad que has demostrado… y el impacto mediático de tu acto nos colocan en una situación delicada"

"Castigarte ahora sería un escándalo" Agregó el más joven "Hacerte desaparecer tampoco serviría. Te has vuelto... demasiado visible.

"Entonces propongo una alternativa" Dijo Reiji, con serenidad absoluta.

Los tres alzaron ligeramente el rostro. No habían considerado que incluso tras comprometer toda su organización de pies a cabezas, el mismo responsable diera una alternativa.

"Ingresaré a la U.A. Como estudiante común. Sin recomendaciones. Sin atajos. Haré el examen de ingreso como cualquiera. Y desde dentro, puedo actuar como enlace. Identificar talento. Detectar futuros riesgos. Observar desde el corazón del sistema"

El más joven frunció el ceño.

"¿Y por qué deberíamos confiar en que no actuarás por impulso… otra vez?"

"Porque sé que el próximo error no lo cubrirán. Y no pretendo usar esto como vía de escape. Sabe donde vivo, saben donde esta mi familia y saben todos mis puntos débiles junto a los secretos, no tengo nada que ocultarles..."

La mujer guardó silencio unos segundos. Luego murmuró:

"Eso te pondría en un posición más comprometida de la que estas ahora"

"Pero también llevaría más beneficios, si me consigo la confianza de los próximos pilares de Japón ¿Qué cosa no podre hacer por ustedes?"

"¿Y si te descubren?" Pregunto el anciano.

"Entonces quedará claro que no soy la pieza que necesitan. Y si les preocupada de que hable, son cosas infundadas. Si quisiera atentar contra ustedes, saben tanto de mi como yo de ustedes..."

Los tres se miraron. Esa ultima frase en doble sentido la entendieron totalmente, aun así, Reiji no dijo ninguna mentira. Al igual que ellos podían hacer que Reiji perdiera toda legitimidad al revelar lo que ha hecho, el puede hacer lo mismo con ello.

Si ninguno de los dos a usados sus cartas, era bastante simple. Se necesitaban.No hablaron por varios segundos.

Finalmente, la directora cerró el expediente frente a ella.

"Entonces, dentro de diez meses, Reiji Toga será autorizado a presentarse al examen de ingreso de la U.A"

"Sin atajos, sin recomendación " Agregó Reiji, dejando claro su postura "Lo haré como cualquier otro"

La directora asintió con una leve inclinación de cabeza.

"Aprovecha bien este tiempo. Debido a tu visibilidad, quedas relegado temporalmente como agente. Vive como te gusta pero nunca olvides para quien trabajas"

Reiji se puso de pie. Su postura era impecable, contenida. Hizo una leve reverencia.Y justo cuando giraba hacia la puerta, la voz de la mujer volvió a resonar:

"Y tampoco se te olvide que causaste un gran problema"

Él se detuvo. No se giró. Su voz fue baja, controlada, pero firme:

"No lo olvidaré"

Y salió. Sin mirar atrás. 

***

"¿Aún lo estás mirando?" Nezu sorbió el té con calma. La imagen congelada en la pantalla mostraba a un chico con la mano apoyada en la frente de otro junto adelante, el cual estaba rodeado por una masa de lodo que era repelida por una estúpida cantidad de sangre.

Aizawa no contestó de inmediato. Permanecía apoyado contra el marco de la ventana, brazos cruzados, el ceño apenas fruncido.

"Control de sangre. Pero también regeneración acelerada. Y una coordinación… fuera del estándar. Como si cada movimiento estuviera preprogramado"

Nezu asintió lentamente. Ya lo había notado también.

"Un Quirk complejo, o más de uno" Dijo. "Aunque su expediente solo indica una habilidad menor"

"Entonces está mintiendo" Afirmó Aizawa, sin dramatismo "O alguien miente por él"

Nezu cerró el informe con un clic suave. La carpeta digital estaba plagada de omisiones. La mayoría intencionales.

"La conexión con Himiko Toga es lo que más me llama la atención. Curso general. Notas altas, comportamiento estable, casi invisible... hasta que se menciona que tiene un hermano menor que apareció este año"

"Reiji Toga" Dijo Aizawa

El silencio que siguió fue denso. Finalmente, Aizawa habló:

"Ya lo había visto"

Nezu no se sorprendió.

"¿Cuándo?"

"En una operación encubierta. Yo fui solo. Mal planificado. Él apareció sin aviso. Encapuchado. Se movía con precisión quirúrgica, sin decir una palabra. Peleamos lado a lado. Terminó, y se esfumó"

Nezu entrecerró los ojos.

"Y tú no sabías quién era"

"No hasta ahora. Pero la postura, la distancia entre sus pisadas, la forma en que distribuye su peso... no hay muchos adolescentes con ese nivel de control corporal. En ese momento ya me había parecido joven, pero no pensé que tanto"

Nezu caminó hacia la ventana, taza en mano.

"No es un civil que se defiende. Ni un vigilante que se lanza por impulso. Esto es formación.

"Formación profesional" Agregó Aizawa.

El ambiente se volvió más pesado. Aizawa cerró los ojos un segundo.

"No se siente como una amenaza. Pero tampoco como alguien común"

"¿Y entonces por qué revelarse ahora?" Pensó Nezu en voz alta "Estuvo años en las sombras. Se ocultó incluso durante su mudanza. Y ahora se presenta frente a testigos para salvar a un chico con un Quirk explosivo"

"Fue impulso, se puede ver en una grabación previa su impotencia por el actuar de los héroes locales... Tiene ideales de heroísmos, aunque este trabajando de manera ilegal"

Nezu volvió a su escritorio. Abrió una pestaña con reportes policiales. Había registros de un encapuchado interviniendo discretamente en incidentes menores en Musutafu. Ninguno con rostro claro, pero el patrón era evidente.

"Lleva tiempo actuando, al parecer la diferencia ahora fue que habían cámaras apuntando por todos lados"

"Tiene a Himiko aquí" Expuso Aizawa como una gran revelación.

Nezu cerró el archivo con un clic suave. Dejó la taza a un lado, ya vacía.

"Si decide entrar… podría hacerlo. No hay razón para impedirlo. Tiene edad, habilidades, y ahora visibilidad pública. La U.A. sería el lugar perfecto para esconder su verdadera naturaleza… o para empezar a construir una nueva"

Aizawa no respondió de inmediato. Tenía la mirada clavada en la imagen congelada del chico en la pantalla. No parecía un niño. No del todo.

"Podría estar en busca de algo" Dijo finalmente "O simplemente pasar desapercibido. Pero no creo que quiera ser un héroe por las mismas razones que los demás"

Nezu ladeó la cabeza, curioso por lo extraño de la afirmación de hombre frente a él.

"¿Entonces por qué?"

"Porque alguien como él… no busca gloria. Busca propósito. Dirección. Y la academia podría dárselo"

"¿O podría usarla para algo más?" Añadió Nezu, con una sonrisa apenas perceptible—. Aquí también entrenamos piezas que pueden cambiar el juego"

Aizawa frunció el ceño.

"No es una pieza. Aún no. No sabemos quién lo mueve, si es que alguien lo hace"

Nezu se apoyó contra el respaldo de su silla, entrelazando los dedos.

"Pero sabemos que está conectado a Himiko Toga, y que oculta al menos un Quirk más de lo que declara. Eso basta para mantenerlo bajo vigilancia"

"¿Y qué opinas de su entrada a la U.A.?"

Nezu no dudó.

"Con All Might en el cuerpo docente, las cosas se equilibran. Si ese chico busca algo más que aprender, no lo tendrá fácil. Pero si busca convertirse en héroe… entonces será interesante ver qué significa eso para alguien como él"

El silencio se hizo un momento más. Luego, Aizawa dio media vuelta, dispuesto a marcharse.

"Lo vigilaré" Dijo, sin emoción, pero con intención "No como enemigo. Pero tampoco como alumno"

Nezu asintió.

"Perfecto. Porque lo que sea que ese chico termine siendo… no va a pasar desapercibido por mucho tiempo"

Ambos sabían que Reiji Toga no era un adolescente común. Y que incluso si lograba entrar como uno más… su sola existencia ya rompía las reglas del tablero.

Una anomalía con dos Quirks. Con entrenamiento. Con secretos.

Y ahora, con un rostro visible ante el mundo.