BNHA: Yo soy Reiji Toga

La secundaria de Musutafu estaba envuelta en un ambiente de fin de ciclo: mochilas medio vacías, risas nerviosas, exámenes devueltos con comentarios finales y profesores demasiado cansados como para controlar el bullicio.

Reiji caminaba por el pasillo principal acompañado de Hitoshi Shinso. Ambos sobresalían por razones distintas.

Shinso había cambiado. Seguía siendo seco y poco expresivo, pero había dejado de caminar solo. Incluso algunos compañeros lo saludaban ya con respeto. Ignorando la capacidad propia de su Quirk que tantos problemas le había causado anteriormente.

Reiji por su postura serena, su mirada penetrante, su físico bien definido, su aire distante y seguro, y sus ocasionales intervenciones en problemas escolares lo habían vuelto una figura difícil de ignorar. Se había vuelto popular, mucha gente lo admiraban y algunas pocas, incluso lo veian como su flechazo amoroso. Aunque también habían otros que lo odiaban por las mismas razones...

 Habían pasado meses desde que se conocieron, y la extraña afinidad entre ellos se había convertido en una rutina silenciosa.

"Entonces… ¿Ya pensaste en qué harás después?" Preguntó Reiji sin mirarlo, con las manos en los bolsillos.

"Lo mismo que dije desde el primer día" Respondió Shinso con su tono apagado "Entrar al curso de héroes. Aunque ya sabes cómo me ven… mi Quirk no ayuda"

"La mayoría no ve más allá del nombre. "Control mental" suena aterrador si no entiendes cómo funciona"

"Lo sé. Por eso no me toman en serio"

Caminaron un momento en silencio. Los estudiantes se despedían, algunos hacían planes de verano, otros simplemente se alegraban de no tener que madrugar por unos meses.

Reiji miró de reojo a Shinso. Sabia que posteriormente bajo la guía adecuada se convertiría en una pieza a considerar pero... ¿Por qué no empezar a entrenarlo el mismo? 

Ya estaba ayudando a Mei a hacer de las suyas con sus inventos, ser participe en la evolución de dos genios puede ser una gran ayuda en el futuro, sobre todo considerando las amenazas futuras y que no sabia como se desarrollarían muchos otros sucesos

"¿Qué pensarías si te dijera que quiero entrenarte?"

Shinso detuvo el paso, sorprendido. Lo miró con una mezcla de confusión y desconfianza.

"¿Entrenarme… tú?"

"Sí. No tengo un curso oficial ni soy un héroe reconocido, pero sé lo que se necesita. Y tú tienes potencial. El tipo de potencial que no brilla con luz propia, pero que puede cortar en la oscuridad"

Shinso alzó una ceja.

"Poético... Tienes tus momentos, pero no esperaba esto de ti"

"No suelo hacerlo" Dijo Reiji con una sonrisa ladeada "Además yo también quiero ser héroe y en un futuro podríamos trabajar juntos, yo tuve la guía adecuada y posteriormente mi propia diciplina, se de lo que hablo"

"Y también tienes un Quirk poderoso"

"Aizawa es prueba de que tu Quirk puede usarse para proteger. No necesitas ser carismático, ni tener músculos como All Might. Solo necesitas disciplina… y dirección. Yo puedo darte ambas"

Shinso lo miró en silencio durante unos segundos. No parecía del todo convencido, pero algo en su mirada había cambiado. Una pequeña grieta en su habitual coraza de escepticismo.

"¿Y qué sacas tú de esto?" Preguntó finalmente, con esa desconfianza tan suya, aunque su tono ya no era hostil.

Reiji encogió los hombros, como si fuera obvio.

"Alguien me tendió la mano cuando no tenía nada. Solo estoy devolviendo el favor… a mi manera"

Shinso chasqueó la lengua, pero no sonaba molesto.

"Sabes que esto va a costarme, ¿no?"

"Por eso vale la pena"

El timbre sonó con fuerza, rompiendo el momento como una campana en un ring. Estudiantes salían corriendo por los pasillos, riendo, gritando, empujándose. El último día de clases. Fin de una etapa.

Shinso lo miró un segundo más, y luego extendió la mano.

"De acuerdo. Pero más te vale no aburrirme con tus entrenamientos raros."

Reiji le apretó la mano con firmeza, y una sonrisa sincera, aunque leve, se dibujó en su rostro.

"Prometo que será un infierno"

***

Solo habían pasado algunas horas desde su última clase, pero para Reiji parecía un mundo de distancia. El cielo seguía despejado, con algunas nubes delgadas en el horizonte que anunciaban la llegada del atardecer. Una brisa tibia barría las calles casi vacías del distrito, trayendo consigo un olor que Reiji conocía demasiado bien: cenizas.

'Así que, aquí fue…' Pensó, deteniéndose frente a los restos de lo que alguna vez fue un edificio de tres pisos que servía como centro de oficinas menores como psicólogos, dentistas y así.

Las paredes estaban ennegrecidas, parcialmente colapsadas, y el techo había cedido en varias zonas. Aunque los bomberos habían trabajado en la zona días antes, el humo aún se sentía en el aire, pegajoso, como si el lugar no quisiera soltar su historia tan fácilmente.

Según el informe policial, el incendio había sido causado por el descontrol espontáneo de un Quirk de combustión.

Sin embargo, el reporte secreto que recibió esa mañana señalaba que el sitio estaba bajo vigilancia pasiva desde hacía meses. No figuraba en ningún mapa oficial reciente, pero había actividad registrada, suministros médicos entrando y saliendo con discreción. La sospecha: experimentación humana con Quirks inestables, probablemente no registrados.

Su misión era seguir el hilo.

Reiji cruzó lo que quedaba del portón principal, sorteando vigas torcidas y escombros húmedos. El suelo estaba cubierto de fragmentos carbonizados, pero algo no encajaba. Los puntos de ignición no eran naturales. Algunos estaban perfectamente circulares. Otros, con residuos verdes o púrpuras entre las grietas.

Frunció el ceño. Se agachó cerca de un charco espeso que no parecía agua, ni aceite. Más bien, algo entre ambos. Sacó una pequeña muestra usando una fibra de sangre endurecida y la guardó en un tubo sellado.

'Esto no lo provocó un Quirk cualquiera. Y si lo hizo, no fue sin ayuda.'

Avanzó hasta una sala semicubierta por restos del techo. Allí encontró una camilla metálica derribada y un mueble reforzado parcialmente chamuscado, pero aún entero. Lo forzó con cuidado y, entre cajones derretidos, extrajo una carpeta ennegrecida.

Solo quedaban algunas hojas intactas. La mayoría eran gráficas sin contexto, pero una página tenía un encabezado a medio quemar:

"Sujeto 12-A — Fase degenerativa no concluida".

Reiji tragó saliva. No era la primera vez que veía ese tipo de documento. Ese lenguaje técnico, frío y deshumanizante… era parte de su infancia. Parte de su condena anterior.

Se obligó a guardar la hoja y dio un otro vistazo al lugar. Aunque estaba destruido, no parecía del todo abandonado. No había polvo acumulado, ni telarañas. El fuego lo había arrasado todo, pero los bordes del desastre eran limpios, quirúrgicos. Como si alguien hubiese querido borrar evidencia… rápido y sin dejar rastros.

Pero lo conocía. Sabía cómo operaban en este tipo de lugares. Siempre había respaldo. Documentación doble. Cápsulas móviles. Y si algo salía mal, protocolos de emergencia para incinerarlo todo… sin dejar huella.

'Algo más debe quedar…'

Agudizó la mirada. No buscaba pistas grandes ni obvias. No buscaba documentos ni discos duros. Lo que necesitaba era una anomalía: algo que no debía estar allí si el fuego lo había consumido todo.

Entonces lo notó.

Una línea apenas perceptible en el suelo, del grosor de un cabello, cruzaba de forma diagonal una de las baldosas del fondo que estaba manchada y chamuscada por el incendio. A simple vista, parecía una grieta cualquiera. Pero no lo era. Esa clase de cortes no se formaban por temperatura ni presión. Era un tipo de ranura deliberada, usada en laboratorios antiguos para marcar compartimentos ocultos donde se almacenaban muestras de emergencia o réplicas químicas.

Era una tecnología vieja. Obsoleta para la mayoría. Pero no para él. Porque en su vida anterior, él fue parte de una instalación que las usaba.

Se arrodilló con cuidado. Usó una aguja fina de sangre solidificada para recorrer la ranura y testear el interior, con la suficiente concentración, la sangre se volvía una parte más de su cuerpo.

Cuando sintió la presencia de un botón, lo presionó con cautela. Desde el mismo compartimiento, ambas lozas se abrieron y unos cuantos registros se dejaron ver. No habían quedado impunes a las llamas: el calor los había deformado parcialmente, y algunos estaban chamuscados en los bordes, ilegibles en tramos clave. Como si alguien hubiera llegado antes… y solo se hubiese llevado lo que consideraba verdaderamente importante.

Reiji tomó los documentos con sumo cuidado. Algunos nombres estaban borroneados, pero entre las líneas arruinadas alcanzó a distinguir un término repetido varias veces: "forma adaptable base-líquida – serie prototipo 06".

La tinta estaba corrida en la mayoría de los fragmentos, pero un sello parcial se mantenía visible:

"Distribución suspendida. Potencial inestable. Transferido a zona S4."

'S4…' Repitió mentalmente, sin encontrar relación inmediata.

Un rugido lejano de un tren lo sacó de sus pensamientos. El sol ya empezaba a desaparecer detrás de los edificios, y la luz dentro del laboratorio se volvía escasa. Pero el dato era claro.

Ese no era el origen del experimento. Solo era un paso más en una cadena más larga, más antigua y aún activa. 

Reiji guardó los documentos rescatables en una carpeta sellada, los cubrió con una manta térmica para preservar lo que quedaba de tinta, y se levantó.

La Comisión tendría que recibir esto. Pero parte de la información se la quedaría él. No podía dejar este caso fuera de su vigilancia, una parte de él se negaba rotundamente a ello... Sin embargo, ahora mismo no tenia ninguna pista legible.

'Tal vez deba usar el contacto de Hawks...'

***

Habían pasado varios días desde que Reiji se sumergió en la búsqueda. El cielo estaba teñido de violeta profundo, y las luces lejanas de Musutafu parpadeaban como si el mundo estuviera a punto de dormirse. 

Gracias al contacto de Hawks, había encontrado una nueva pista. Un lugar que realmente no tenia mucho que ver con la instalación anterior, pero que al menos, podría haber una relación de algún modo.

Pero cuando llego su intuición le decía que algo había sido evacuado a toda prisa. Y si estaba allí, probablemente había llegado tarde.

'Siempre queda algo, cuando se hacen las cosas apuradas...' Una vieja frase que usaban los doctores en su anterior vida, pero cuanta razón tenían.

Avanzó entre estanterías oxidadas, pasillos angostos con tubos rotos y bolsas de contención vacías, parecía simplemente basura que se concentro aquí, ninguna relación real. Sus dedos tocaron restos de resina vieja, y cada paso lo llevaba más profundo en la estructura.

Mientras más se introducía, menos cosas notaba que pudieran tener una relevancia real en su investigación... Eso si no fuera por el poco polvo acumulado, su única pista real.

Sus pasos se detuvieron de pronto, sus fosas nasales inhalaron un cantidad exagerada de aire. Una fragancia ligera cubría el túnel en su totalidad, reaccionó de inmediato, endureciendo una fina capa de sangre en su nariz y garganta. No era una máscara perfecta, pero filtraba ligeramente el aire que estaba respirando. Aun así, sintió el cosquilleo recorrerle la columna, un susurro invisible que intentaba adormecer su cuerpo.

Cerró los ojos por un segundo, controló su pulso, y los volvió a abrir con la vista afilada. Entonces, desde la penumbra, caminando con ritmo seguro y una figura imposible de confundir, apareció ella.

Tacones resonando sobre el concreto. Caderas balanceándose con dominio natural. Un látigo colgado a un costado, ropa ajustada que parecía más una declaración estética que un uniforme. Ojos delineados, sonrisa afilada, y labios curvados en una expresión de interés depredador.

"Hmmm..." Ronroneó con voz profunda y juguetona "Tienes buena resistencia. La mayoría de los chicos ya estaría babeando en el suelo con la cantidad de feromonas que inhalaste"

'Esa es...'

Reiji mantuvo su posición, pero la fatiga lo traicionó: sus hombros se relajaron apenas, como si su cuerpo acusara el esfuerzo por mantener la postura.

Midnight lo notó.

"¿No tienes máscara de contención?" Preguntó con falsa sorpresa, dando un paso más, lo bastante cerca para que el aroma se intensificara, una pequeña sonrisa apareció en su rostro de una forma seductora. "¿O acaso te gusta este tipo de castigo?"

Reiji no respondió. La miró con una mezcla de evaluación y advertencia. Sus músculos estaban tensos, su respiración controlada, pero en el fondo... sabía que si no fuera por su entrenamiento y su Quirk, ya estaría en el suelo. Afortunadamente no era un enemigo... Al menos no uno que quisiera directamente matarlo.

Midnight ladeó el rostro con un gesto casi felino. Fue en ese momento que algo cambió en su mirada. Viendo a su presa frente a ella, analizando la extraña mascara que estaba en su rostro.

"Espera…" Entrecerró los ojos, enfocando la máscara improvisada de sangre endurecida que aún cubría su rostro parcialmente "Esa técnica…"

Reiji la vio fruncir el ceño con leve fascinación.

"Ya veo... Aizawa me mencionó algo sobre un chico inusual. Uno que podía controlar su sangre a voluntad y que se las daba de vigilante"

Reiji se alivio, se había dado cuenta que no era enemigo. Incluso él que podía controlar su propio flujo sanguíneo y tenia un Quirk de recuperación, no podía usar las capacidades de su poder si se encontraba adormecido parcialmente.

"Interesante... Eres más lindo de lo que me conto Aizawa, aunque no creo que este sea tu verdadero rostro ¿No?"

Reiji mantuvo la guardia, efectivamente tenia unos lentes de contactos y pelo de otro color, asi ocultaba su identidad de mejor forma. La mirada de Midnight era una juguetona que se entremezclada con coquetería. Una que estaba diseñada para sacar reacciones. Y Reiji… era humano, a pesar de todo.

Midnight se acercó aún más, lo bastante para que Reiji sienta aroma delicioso proveniente de su cuerpo, no podía negar que la mujer frente suyo era atractiva y su cuerpo tampoco, lo cual era un inconvenientes.

"¿Eres un vigilante o un agente? Te mueves demasiado bien. Y hueles a secretos... Además, no creo que estas músculos sean falsos" Reiji se quedo quieto mientras Midnight tocaba su cuerpo con ligeros toques, asegurándose de testear sus músculos cuidadosamente arriba de la ropa... Se estaba divirtiendo, eso era claro.

"¿No tienes miedo de que te noquee ahora mismo?" Dijo finalmente, con voz ronca pero firme..

"¿Te pusiste rudo, cariño?" Respondió ella, ladeando los labios muy cerca de su oído.

Midnight se rió suavemente, un sonido bajo y melódico que resonó en el túnel como una provocación más que una amenaza. Sus dedos se retiraron lentamente del pecho de Reiji, como si le concediera un respiro… aunque fuera solo un juego para ella.

"Tranquilo, no voy a lastimarte" Dijo en un tono más suave, aunque no menos cargado de dobles intenciones. "Ya confirmé que no eres un idiota con complejo de héroe rebelde. Si lo fueras, no habrías bloqueado mis feromonas. Ni siquiera los profesionales saben cómo hacerlo tan rápido… Aizawa tenía razón contigo."

Reiji no respondió de inmediato. Su pulso se había estabilizado, pero el ligero temblor en sus dedos le recordaba que no estaba completamente fuera de peligro. Aunque su Quirk lo mantenía en pie, el cansancio físico se le estaba acumulando como una segunda piel húmeda.

Midnight pareció notarlo. Dio un paso atrás, esta vez con elegancia más que seducción, aunque su postura seguía igual de segura.

"¿Vas a decirme qué hacías husmeando por aquí?" Preguntó, cruzándose de brazos bajo el busto de manera deliberada, sin perder la sonrisa felina.

"Probablemente lo mismo que tú"

Ella comenzó a caminar lentamente alrededor de él, como una pantera que ya no tenía intención de atacar, pero seguía observando con atención.

"No estás aquí por simple impulso. Y tampoco por justicia" Dijo por fin. "Estás aquí porque sabes que algo se te parece. Este lugar... o lo que fue… te resulta familiar, ¿me equivoco?" El ojo de Reiji tembló de forma inconscientes, ella lo había leído de pies a cabezas en tan solo unos minutos, incluso menos.

"Aizawa menciono que eras callado, pero no espere que tanto. De igual modo, eres bastante pequeño aunque... Algunas partes tuyas son mucho mejores que un hombre" Se lamio los labios con picardía, no le importaba seducir incluso a un adolescentes hormonal al frente suyo.

Midnight dejó escapar una risa suave, casi musical, mientras seguía girando lentamente a su alrededor. Su mirada no se apartaba de él, aunque no era del tipo que uno sentía invasiva. Era como si lo estuviera midiendo… pesando… buscando la grieta exacta por donde entrar.

"Relájate. No voy a comerte… al menos no literalmente" Murmuró con un dejo de burla.

Reiji no respondió. Estaba cansado, su cuerpo lo sentía. Pero su mente seguía aguda. Sabía que caer en el juego de Midnight sería un error. Y aun así, el cosquilleo que le recorría la espalda no era solo del Quirk. Era humano. Y Midnight sabía exactamente cómo presionar.

Reiji giró ligeramente la cabeza, mirándola a los ojos con frialdad controlada.

"¿Te divierte jugar con lo que no entiendes?"

Midnight se relamió el labio inferior, y por primera vez, su sonrisa titubeó un poco. Una línea apenas visible de seriedad cruzó su rostro.

"Más bien me intriga lo que otros intentan ocultar. Y tú, chico misterioso, eres como un diario cerrado con sangre seca entre las páginas"

El joven no supo si eso era un cumplido o una amenaza. Probablemente ambas cosas.

"Te dejaré seguir con lo tuyo" Continuó Midnight finalmente, dando un par de pasos hacia atrás, aunque sus ojos seguían clavados en él como si no quisiera olvidar ni un milímetro de su figura. "Pero ten cuidado. No todos los que trabajan desde las sombras tienen intenciones tan nobles como tú… si es que realmente las tienes."

Le lanzó una última mirada, intensa, peligrosa y a la vez protectora.

"Y la próxima vez que quieras espiar en zonas peligrosas... trae una mejor máscara. Una más sexy, al menos."

Reiji no contestó. Solo asintió levemente mientras ella se giraba por fin, el eco de sus tacones desvaneciéndose en la distancia.

Cuando el túnel volvió a quedar en silencio, Reiji soltó el aire que no sabía que había estado conteniendo. Su cuerpo temblaba, no por el Quirk… sino por el hecho de que, por primera vez en semanas, alguien había visto más de lo que él quería mostrar.

'Eso fue... Extraño. ¿Por qué ella y Aizawa parece tan dispuesto a trabajar con un vigilante como yo, acaso ya han hecho eso antes?'

Quito los pensamientos de su mente y avanzo unos pasos, toda esa chachara con Midnight le había hecho ver una evidencia invaluable en las sombras, una pequeña presencia viscosa. No era mucho, pero al menos no era nada.