Into the... ¡¿Hoyoverse?! (Spanish Version)

El viento de la ciudad nocturna aullaba entre los edificios mientras Cass y su mejor amigo, Marcus, se encontraban en la azotea de un rascacielos de 100 pisos. Frente a ellos, una mesa improvisada hecha con una caja de cartón sostenía una pila alarmante de latas de cerveza, botellas de vodka y algo que probablemente era tequila.

"Bro, escucha... si me muero hoy, quiero que le digas al mundo... que Zelda no es la protagonista."

Cass apenas podía enfocar la mirada en Marcus, quien a su vez parecía debatirse entre quedarse despierto o fundirse con el pavimento.

"Cállate, Cass... ambos sabemos que Tingle es el verdadero héroe de Hyrule..."

"Dios... te odio, y te respeto al mismo tiempo."

El concurso de bebida había comenzado con una apuesta simple: el que se derrumbara primero, pagaba la cuenta. Sin embargo, a medida que las botellas desaparecían y sus niveles de alcohol superaban cualquier estándar médico seguro, la apuesta había evolucionado en algo mucho más grande.

"Oye... y si… nos paramos en el borde… el que se mantenga más tiempo sin caerse, gana…"

"¿Acaso tengo cara de idiota de un shōnen barato?"

"Nah… tú serías el amigo del prota que muere para motivarlo."

"Sabes que eso fue cruel, ¿verdad?"

Cass intentó ponerse de pie, tambaleándose peligrosamente.

En algún lugar, su cerebro le enviaba señales de alarma, pero no hizo el más mínimo caso.

"Oh... mierda."

Marcus, aún sentado, solo pudo ver cómo su mejor amigo perdía el equilibrio y caía al vacío.

"Bro... me debes 50 dólares..."

El mundo giró, la gravedad tiró de su cuerpo y el impacto nunca llegó.

......

Cass abrió los ojos, esperando encontrar una acera y una ambulancia, o en el peor de los casos, un túnel con una luz blanca al final.

En cambio, flotaba en un espacio infinito cubierto de ramas doradas que se extendían más allá de lo que podía comprender.

"Bueno, al menos no veo un ángel con una libreta de reclutamiento para el Valhalla… O una diosa bastante estúpida."

Un destello de luz apareció frente a él y una voz neutral, carente de emociones, resonó en su cabeza:

[Error: El alma está siendo tomada por la fuerza por una entidad externa.]

[Analizando condición: Resaca existencial.]

[Cargando competencia por favor espere unos momentos...]

[Competencia seleccionada, título obtenido "Viajero del imaginary tree"]

"¿Qué demonios…?"

Antes de que pudiera procesar lo que estaba pasando, una serie de información se descargó en su cerebro a la fuerza.

Aprendió que estaba en un espacio conceptual conocido como el Imaginary Tree, un sistema interconectado de realidades y mundos. Su existencia había sido separada de la suya original, y ahora tenía la habilidad de viajar entre diferentes ramas del Árbol.

"Genial y ahora soy el protagonista de un isekai barato.... ¡Mierda, todos menos eso!"

Pensó Cass mientras imaginaba cómo en el futuro debería abandonar su amada vida de pereza por quién sabe que clase de estúpida misión insípida.

Un menú flotante apareció frente a él.

[Seleccione su destino (Como regalo único se le dará una ventaja especial al entrar en el nuevo mundo)]

Cass observó la lista de mundos. Algunos nombres eran familiares. Otros parecían completamente desconocidos.

"Bien, si tengo que ir a un mundo, al menos que sea uno lógico, serio y con reglas establecidas. Algo con sentido común, y no demasiado jodido."

Justo cuando extendió la mano para elegir, el menú brilló intensamente y cambió al azar.

[¡Felicidades! ¡Has ingresado con éxito a Teyvat, bienvenido a Genshin Impact!]

Cass por un momento sintió ganas de llorar.

"No. NO. NOOOOOOOOO."

El suelo bajo sus pies desapareció y fue absorbido por la fuerza del cosmos.

Extrañamente, la escena parecía inquitantemente similar a un inodoro cuando jalan la cadena.

**************

Cass gritó mientras atravesaba un túnel de luz y colores distorsionados que sin duda causarían una jodida convulsión.

Su cuerpo giraba sin control mientras el espacio-temporal se rompía a su alrededor.

"¡¿Por qué esta cosa funciona como una ruleta de gacha?!"

Un cartel holográfico flotó a su lado con un texto en neón:

[Estás siendo invocado]

[Se recomienda buscar una manera de mitigar el impacto.]

[Ventaja obtenida: Plantilla de Cú Chulainn (Fate Series)]

Cass sintió una presión en el pecho mientras veía cómo su destino se aproximaba rápidamente, un cielo azul y una tierra verde llena de colinas y edificios medievales.

Abajo, en el punto exacto donde estaba por aterrizar, un rubio de ropa blanca y dorada caminaba tranquilamente con una pequeña hada flotando a su lado.

"Entonces, Paimon, ¿qué deberíamos hacer ahora?"

"¡Paimon dice que debemos buscar pistas sobre la hermana del viajero!"

El cielo se oscureció repentinamente y una sombra enorme cayó sobre ellos.

Cass no pudo hacer nada para evitarlo.

"¡¡¡Hijos de !!!"

¡¡CRASH!!

************

El polvo se elevó en el aire cuando Cass impactó contra el suelo, aplastando de lleno a alguien en el proceso.

Un sonido parecido al de un acordeón maltratado resonó en el ambiente, acompañado de un gemido de dolor y una vocecita chillona gritando en pánico.

"¡¿Viajero?! ¡¿Viajero, estás bien?!"

"... Paimon... ¿Como quedó la moto?"

Cass, aturdido y con la cara plantada contra la tierra, intentó reincorporarse.

"Ugh… mi cabeza… ¿qué carajo fue eso?"

Poco a poco, su visión se aclaró. Lo primero que vio fue una pequeña criatura flotante de aspecto sospechosamente comestible, con la boca abierta en un grito de horror.

Lo segundo fue el cuerpo de un joven rubio aplastado bajo él, con los ojos en blanco y temblando como si acabara de recibir una conferencia sobre igualdad de género impartida por una feminista ultra intensa o la explicación del Lore de Digimon.

Cass parpadeó.

"Oh… Erm ¿Perdón?"

Paimon, con lágrimas en los ojos, voló desesperada alrededor de su compañero caído.

"¡¿Qué le hiciste al Viajero?! ¡¿Quien eres y por qué caíste del cielo como un meteorito?!"

Cass se arrastró torpemente fuera del cuerpo del Viajero, quien todavía no daba señales de vida más allá de un débil quejido.

"Yo… técnicamente no tuve control sobre esto…" Murmuró un tanto avergonzado. "Él... ¿está muerto?"

Paimon lo miró como si hubiera preguntado si el agua mojaba.

"¡¿Cómo no va a estarlo?! ¡Le caíste encima desde el cielo!"

Cass miró nuevamente al rubio pequeño. Sus brazos estaban doblados en ángulos incorrectos, su rostro estaba cubierto de tierra, y su alma parecía estar a punto de abandonar su cuerpo.

"Bueno… esto si que es un comienzo incómodo."

El tiempo pasó en un incómodo silencio. Cass se sentó en una roca cercana, observando a Paimon intentar revivir a Aether con métodos cuestionables, como sacudirlo violentamente o darle pequeños golpes en la cara.

"Vamos, Viajero, no te mueras ahora… ¡tienes una misión que cumplir hay lolis por salvar, tu lo dijiste!"

"Ugh..."

Aether finalmente recuperó la consciencia con un débil suspiro, aunque su cara decía que prefería haber quedado inconsciente un poco más de tiempo. Cass suspiró aliviado.

"Oh, gracias a quien sea… por un momento pensé que tendría que compensarselo a esa hada."

Cass pronto se concentró en huir lo más silenciosamente posible.

Paimon se giró hacia él con los brazos cruzados.

"¡Más vale que expliques quién eres y por qué caíste del cielo justo encima de nosotros! ¡Casi matas al Viajero de Paimon!"

Cass se rascó la cabeza, tratando de pensar en una respuesta que no sonara completamente ridícula.

"Erm bueno… mi nombre es Cassidy Reeves, pero pueden llamarme Cass. Soy… un viajero. Y, eh… accidentalmente terminé aquí. No fue intencional."

Aether lo miró con una expresión de absoluto escepticismo.

"¿Accidentalmente?"

Cass asintió con fingida seriedad.

"Sí, fue un error de cálculo."

¿Quien querría terminar en Genshin Impact cuando había miles de lugares mejores y más seguros que visitar?

Por todos los cielos, todo lo que quería era viajar a Shokugeki no Soma y comer hasta morir ¿Era mucho pedir?

Paimon y Aether intercambiaron miradas. Luego, Paimon volvió a verlo con ojos sospechosos.

"Paimon cree que eso suena como una excusa barata."

Cass suspiró.

"Sí, bueno, tampoco es como que ustedes hayan tenido una mejor experiencia llegando aquí ¿Verdad?"

Aether frunció el ceño, claramente recordando su traumática pelea con la Sustentadora de los Principios Celestiales.

"Que chico tan lindo~★ Dime ¿Por qué no te pongo un lindo vestido? Seguro que lo lucirias increíble~★"

"..."

Esa voz lo perseguiría siempre en sus pesadillas.

Paimon, sin embargo, no estaba convencida.

"¡Eso no significa que confiemos en ti!"

Cass alzó las manos en señal de rendición.

"Oye, lo entiendo. Pero consideren esto: si fuera un enemigo, no habría caído como un saco de patatas sobre él."

Aether suspiró, masajeándose la sien.

"Supongo que tienes razón... pero aún así, esto es demasiado raro."

Cass se encogió de hombros.

"Créeme, para mí también lo es."

...

Tras unos minutos más de explicaciones ambiguas y excusas improvisadas, Cass terminó oficialmente como el tercer miembro no oficial del equipo.

"Así que… ¿qué es lo siguiente en su aventura?"

Aether miró a Paimon, quien revisó un pequeño mapa.

"¡Primero, tenemos que ir a Mondstadt! Allí podemos reunir información y conseguir apoyo."

Cass miró en dirección a la ciudad en la distancia.

"Mondstadt, ¿eh? Hm…"

En su mente, recordó todos los eventos iniciales del juego... O bueno, al menos los que jugó antes de abandonar el juego cuando se aburrió ¿Fue por la versión 2.5 quizás?

"Oh, genial. Entonces justo llegamos a tiempo para el ataque del dragón."

Paimon parpadeó con una expresión algo tonta.

"¿Ataque del qué?"

Cass sonrió con cansancio.

"Nada, nada. Vamos a Mondstadt" A ver qué tan rápido se puede ir todo al demonio.

.....

Mondstadt, la ciudad de la libertad, se alzaba en el horizonte con su arquitectura medieval, su cielo despejado y el viento fresco que acariciaba a los recién llegados.

"Bien, aquí estamos… Mondstadt" Murmuró Cass con una mezcla de emoción ¿Serian buenas la cervezas aquí?

Aether y Paimon caminaban a su lado, aparentemente entusiasmados.

"Paimon cree que aquí podemos encontrar pistas sobre la hermana del Viajero." Comentó la pequeña flotante con optimismo.

Cass asintió, sin realmente darle mucha importancia más allá de un simple pensamiento.

¿Deberia seducir a su hermana o no?

"¿Siempre ha sido tan… bullicioso?" preguntó, mirando a su alrededor.

Los ciudadanos de Mondstadt parecían más animados de lo normal. Había grupos reunidos en la plaza, risas, gritos de emoción y... ¿una especie de escenario improvisado?

Cass sintió un escalofrío.

"Algo está mal aquí."

Entonces, un estruendo de voces al unísono lo interrumpió.

"¡BATALLA DE RAP! ¡BATALLA DE RAP!"

Cass se quedó completamente en blanco.

Paimon parpadeó confundida.

"¿"Batalla de Rap"? ¿Eso qué significa, es acaso un nuevo tipo de comida? ¡Paimon quiere!"

Aether miró a Cass como si esperara que él tuviera las respuestas. Pero Cass estaba demasiado ocupado preguntándose qué demonios estaba ocurriendo en este mismo instante.

Fue entonces cuando lo vio.

En el centro de la plaza, de pie sobre un barril de vino, con una lira en una mano y un micrófono en la otra, estaba Venti.

Cass sintió cómo su cuerpo lo impulsaba de alguna manera a arrojarle algo.

Y entonces, Venti habló:

"¡Queridos habitantes de Mondstadt! ¡Hoy tenemos un evento especial en honor a la ciudad de la LIBERTAD! ¡Una BATALLA DE RAP donde se decidirá quién es el verdadero maestro de la improvisación!"

La multitud rugió con emoción.

Cass se llevó una mano a la cara.

"Esto no está pasando..."

Venti continuó su discurso con una sonrisa traviesa.

"¡Y para hacer esto más interesante, hemos traído un invitado especial desde tierras lejanas! ¡La invencible, la inquebrantable, mujer con la voluntad de hierro!"

Cass sintio ganas de darse la vuelta y salir de Mondstadt cuando Venti extendió un brazo y señaló a una esquina de la plaza.

Allí, con los brazos cruzados y una expresión de seriedad que no en encajaba con la atmósfera del lugar, estaba Jean Gunnhildr, la Gran Maestra Interina de los Caballeros de Favonius.

Pero no estaba sola.

A su lado, con una mirada de pura desgana y una gorra de rapero negra en la cabeza, estaba Albedo.

Cass sintió cómo su cerebro se apagaba por un instante.

Los participantes fueron anunciados.

Venti, el bardo de Mondstadt.

Diluc, el magnate del viñedo, forzado a participar por una apuesta con Kaeya.

Kaeya, quien claramente solo estaba ahí para molestar a Diluc.

Jean, quien tomó esto con la seriedad de un duelo de vida o muerte.

Cass se llevó una mano a la cara.

"Esto es demasiado…"

Paimon, en cambio, estaba más emocionada que nunca.

"¡Paimon cree que esto será divertido!"

Cass la miró con pura incredulidad, esto parecía más una animación cringe de Tiktok que algo divertido.

"¿Tú crees?"

La batalla de rap comenzó.

Venti, con su... "estilo" animado, atacó primero con rimas sobre el amor por la libertad y la alegría de beber.

Honestamente fue... ¿decente?

Diluc respondió con un rap oscuro y melancólico, lleno de metáforas sobre la noche y el deber.

Kaeya, con una sonrisa de superioridad, lanzó versos llenos de dobles sentidos y juegos de palabras afilados.

Y entonces, Jean entró al escenario.

El público enloqueció.

Cass quería huir, nunca en su vida había escuchando un rap tan malo.

Pero justo cuando pensó que la humillación había alcanzado su punto máximo, Venti giró y señaló hacia donde estaban Cass y Aether.

"¡Parece que tenemos nuevos retadores! ¡Ustedes dos, viajeros misteriosos! ¿Se atreven a unirse al torneo?"

Aether abrió los ojos como platos, su expresión comparable a la de un cierto que ve los faros de una camioneta a tan sólo centímetros de su cabeza.

Cass sintió pánico.

La multitud empezó a corear.

"¡QUE PARTICIPEN! ¡QUE PARTICIPEN!"

Cass se giró hacia Aether con una mirada de desesperación.

Aether se giró hacia Cass con la misma expresión.

Ambos tragaron saliva.

Y antes de que pudieran reaccionar, alguien les lanzó dos micrófonos.

Cass atrapó el suyo con las manos temblorosas.

"Oh no…"

Cass nunca había sentido un pánico tan puro en su vida. No cuando reprobó matemáticas en la escuela, no cuando casi lo atropella un camión por estar distraído con el celular, ni siquiera cuando despertó en este mundo absurdo.

No. Este era un nuevo nivel de terror.

"Paimon cree que esto será increíble."

"Cállate."

Aether estaba igual de pálido.

Mientras tanto, Venti tenía una sonrisa pícara en el rostro, sosteniendo su micrófono con confianza.

"¡Muy bien, es la hora de la VERDAD! Nuestros nuevos retadores deben demostrar que tienen lo que se necesita para sobrevivir en Mondstadt. ¡Una ronda, sin reglas, todo se vale!"

Cass miró a Aether con urgencia.

"¡Dime que tienes habilidades musicales ocultas!"

Aether negó con la cabeza violentamente.

"¡Yo ni siquiera hablo en este juego!"

Cass sintió ganas de llorar.

El público estalló en vítores.

Kaeya, Diluc, Jean y hasta Amber miraban con interés.

Cass tragó saliva.

"Okay, okay… mantén la calma. Solo es una batalla de rap. No es como si mi vida dependiera de esto, ¿verdad?"

"Si pierden, serán exiliados de Mondstadt por ser unos perdedores," Dijo Venti con una sonrisa traviesa.

Cass sintió que el alma se le escapaba del cuerpo.

Aether lo miró con desesperación.

"¡¿Cómo que nos exilian?!"

Paimon flotó a su lado con una expresión reflexiva.

"Hmm, Paimon cree que deberían darlo todo… si no quieren vivir en la naturaleza como mendigos."

Cass sintió ganas de gritar.

Pero entonces, un rayo de esperanza brilló en su mente.

"Espera, espera, espera… ¡Tengo la plantilla de Cú Chulainn! ¡Eso significa que tengo su talento natural! ¡Soy un guerrero nato!"

Aether lo miró confundido.

"¿Y cómo te ayuda eso en una batalla de rap?"

Cass sonrió con nerviosismo.

"¿Hable en voz alta?"

"Si, ¿y que es eso de "plantilla" y "guerrero nato"?"

"No tengo ni idea, pero me aferro a cualquier cosa en este momento."

Venti levantó la mano.

"¡Muy bien, iniciemos! Cass y Aether, ¡ustedes primero!"

Cass sintió que el tiempo se detenía.

Tomó el micrófono con fuerza.

Respiró hondo.

Abrió la boca.

Y...

"...Mierda, no sé rapear."

Silencio absoluto.

La multitud parpadeó.

Venti inclinó la cabeza.

Kaeya se cubrió la boca para contener la risa.

Paimon chasqueó la lengua.

"Tsk, Paimon esperaba más de ti."

Cass sintió que el alma se le caía al suelo.

Aether, en un intento desesperado por salvar la situación, levantó su micrófono.

"Uh… uh… mi nombre es Aether… y… viajo por el Ether… uh…"

El silencio en la plaza fue sepulcral.

Cass cerró los ojos.

"Voy a saltar de un acantilado, lo juro."

Jean, con total calma, tomó su micrófono.

"Patético."

Cass sintió que su orgullo se desintegraba.

Venti agitó una mano en el aire.

"¡Damas y caballeros, tenemos ganadores! ¡EL EQUIPO DE MONDSTADT!"

Los vítores fueron ensordecedores.

Cass quería morir.

Aether se cubrió la cara con ambas manos.

Paimon flotó a su lado y le dio unas palmaditas en la cabeza.

"No se preocupen, chicos. A Paimon le parece que fue un esfuerzo... bueno... al menos lo intentaron."

Cass se volteó con ojos vacíos.

"¿Siempre has sido tan cruel?"

Paimon sonrió angelicalmente.

"Solo cuando es divertido."

Cass se dejó caer de rodillas.

"¿Por qué siento que todo en este mundo será una tortura personal para mí?"

Aether suspiró y se encogió de hombros.

"Bienvenido a mi mundo."

.....

Después de la desastrosa competencia, Cass y Aether fueron llevados al bar de Mondstadt, el Angel's Share.

Diluc, en un acto de inesperada compasión, les sirvió una copa de su mejor vino.

"Para olvidar la vergüenza." Dijo con una leve sonrisa burlona.

Cass bebió todo de un trago.

Paimon observó con interés.

"¿No es demasiado fuerte para ti?"

Cass bajó la copa lentamente.

"Mi hígado sobrevivió a una competencia de bebida que dejó una cantidad incontable de envases, latas y botellas. Esto no es nada."

Venti se dejó caer en una silla junto a ellos, completamente relajado.

"Bueno, fue una presentación interesante. Aunque me esperaba un poco más de flow."

Cass lo fulminó con la mirada.

"Cállate."

Jean llegó con los brazos cruzados y una expresión bastante sería.

"Han causado un alboroto nada más llegar. Espero que sean más cuidadosos en el futuro."

Cass suspiró.

"Créeme, lo intenté."

Aether solo enterró la cara en la mesa.

Y así, con su dignidad destruida, su autoestima por los suelos y sin saber qué les deparaba el futuro, Cass y Aether cerraron su primer día en Mondstadt.

Cass suspiró.

¿Por que la vida no podía ser más simple?