Hechicero supremo en hogwarts

dejen sus piedras de poder.

he creado un nivel nuevo en. en el cual subiré extras y especiales solo para ese nivel.

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"Bueno, era obvio que iban a estar vacíos" —dijo Tony mientras soltaba una carpeta llena de hojas blancas.

Tony había llegado a la Torre Stark. Interesado, ingresó para ver si aún tenía algunas de sus cosas, pero básicamente era un cascarón vacío. Todas sus máquinas y componentes habían desaparecido. Solo su oficina seguía allí, aunque llena de papeles tirados por todos lados.

Incluso parecía que alguien se había llevado todas sus bebidas, ya que el lugar era un desastre.

"Es como si hubieran tomado todo lo que podían y se hubieran marchado" —dijo Tony mientras bajaba por el ascensor, que, por alguna razón, todavía funcionaba—. "Supongo que es una ayuda para no tener que subir escaleras como idiotas" —añadió, esperando pacientemente.

"Creo que en el segundo piso, en la oficina del contador, tenía un whisky oculto" —dijo mientras presionaba el botón del segundo nivel.

Tras esperar un momento, el ascensor se detuvo y las puertas se abrieron. Tony salió tranquilamente con las manos en los bolsillos, pero al dar un paso afuera, quedó completamente congelado.

Toda la oficina estaba llena de personas cubiertas de sangre, con rostros en estado de putrefacción. No estaban vivos. Sin embargo, lo que más llamó su atención fue que todos estaban de pie y, en ese momento, se voltearon para mirarlo.

"Creo que me equivoqué de piso, lo siento" —dijo Tony, dando un paso atrás y presionando rápidamente el botón para cerrar la puerta del ascensor.

"¡Grrr!" —uno de los zombis intentó meter la mano en el ascensor para alcanzarlo, pero justo antes de lograrlo, la puerta se cerró.

"Mierda... ¿Zombis? ¿En serio?" —murmuró Tony mientras se recuperaba del susto. Luego, salió rápidamente del edificio, solo para ver en la distancia cómo varios zombis comenzaban a caminar por la calle.

"Rayos" —dijo molesto mientras buscaba un lugar donde esconderse.

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"¡Oye, Fred! Al fin te encuentro, te estuve buscando por horas" —dijo George mientras corría hacia su hermano, quien estaba armado hasta los dientes con una armadura de metal que había encontrado en un museo.

"¡Ese escudo es genial, George! ¿Dónde lo encontraste?" —preguntó Fred al ver a su hermano, que sostenía un escudo con una estrella en el centro.

"Había un museo de un tipo vestido raro por ahí" —respondió George, contento de haber encontrado a su hermano—. "Oye, ¿descubriste cómo acabar con esos tipos? No importa cuánto los golpee, se siguen levantando" —dijo Fred, molesto, mientras caminaba con la pesada armadura que hacía ruido con cada paso.

"Sí, ya lo descubrí. Son inútiles sin cabeza" —dijo George con una sonrisa orgullosa—. "Por cierto, creo que tu armadura hace demasiado ruido. Seguro los atraerá" —añadió, fastidiado por el sonido constante de los movimientos de su hermano.

"No lo creo" —dijo Fred, pero luego miró hacia atrás al escuchar un gruñido. Se encontró con una pequeña horda de zombis que los seguía.

"Bueno... puede ser que sí... ¡Corre!" —gritó mientras su armadura seguía resonando con cada paso, atrayendo aún más zombis.

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"¡Harry, al fin te encuentro!" —dijo Hermione, aliviada de ver a alguien conocido.

Harry, quien estaba a la defensiva, saltó del susto al oír su nombre de repente.

"Hermione, ¿eres tú?" —suspiró, tratando de calmarse—. "Eso me asustó."

"¿Quién iba a pensar que Wanda crearía un lugar lleno de zombis?" —comentó Hermione, recordando cómo había avanzado escondiéndose de ellos en el camino.

"¿Zombis?" —preguntó Harry, extrañado.

"¿No sabes lo que son? ¿No viviste en el mundo muggle por varios años antes de mudarte a la Mansión Flamel?" —preguntó Hermione, confundida.

"Sí, pero... ¿debería saber qué es un zombi?" —preguntó nuevamente Harry.

Entonces, Hermione se dio cuenta de que tal vez Harry nunca había ido al cine a ver una de las famosas películas de zombis y, conociéndolo, era poco probable que hubiera leído algún libro sobre ellos.

"Bueno, no importa. Simplemente, no debemos dejar que nos muerdan o nos volveremos como ellos. Y su debilidad es el cerebro... Toma, tú puedes" —dijo, entregándole una varilla de metal que había recogido del suelo, mientras le hacía un gesto de ánimo.

"¿Qué? ¿Y tú no necesitas un arma?" —preguntó Harry, confundido.

"Tú eres el hombre, ¿cierto? Yo vigilaré tu espalda" —dijo Hermione, instándolo a caminar delante de ella.

"Creo que es trampa usar esa excusa" —murmuró Harry, dándose cuenta de que su amiga solo quería que él luchara mientras ella se mantenía protegida. Aun así, le hizo caso y empezó a avanzar para ver si encontraba a los demás.

"Creo que también deberíamos buscar suministros" —añadió Hermione, comenzando a planear su siguiente movimiento.

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"Rayos, ¿por qué esa mujer siempre me mete en estos problemas?" —se quejó Loki mientras usaba un cuchillo que había sacado de una carnicería para derrotar al quinto zombi que se encontraba en su camino—. "Aunque… esto sirve para desquitarse un poco" —añadió con una sonrisa.

Entonces, vio un par de zombis más acercándose, atraídos por el ruido que había hecho.

Sonriendo con diversión, se preparó para seguir peleando.

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"Argh… eres tú. Bueno, es mejor que estar solo" —dijo Tony con fastidio al ver a Ron, quien estaba hecho un mar de lágrimas y mocos tras correr desesperado de una horda de zombis.

"¡Tony, qué suerte que encontré a alguien! ¡Tenemos que huir rápido!" —exclamó Ron mientras lo abrazaba.

Tony puso una cara de asco y rápidamente lo empujó para alejarlo de él.

"Por favor, respeta los límites físicos" —dijo mientras hacía un gesto de limpiarse la ropa—. "Espera… ¿dijiste huir?"

Miró detrás de Ron y vio una enorme horda de zombis acercándose.

Después de todo, Ron había estado corriendo de un lado a otro mientras gritaba a todo pulmón, atrayendo a todos los zombis de los alrededores.

"Tú… ¡Mierda!" —exclamó Tony, dándose la vuelta de inmediato y corriendo sin mirar atrás, dejando a Ron solo.

Ron, al ver que Tony salía corriendo sin decir más, miró detrás de él y se encontró con la horda de zombis cada vez más cerca.

"¡AAAAH!" —gritó nuevamente y comenzó a correr otra vez.

"¡Idiota, aléjate! ¡Es mejor tomar caminos separados!" —gritó Tony, furioso.

"¡Espérame, Tony! ¡Ayuda!" —siguió gritando Ron, sin haber escuchado lo que Tony le decía.

Mientras tanto, en la azotea de un edificio, Stephen observaba la escena justo cuando Tony y Ron pasaban corriendo, llevándose con ellos a todos los zombis de la zona.

"¿Qué están haciendo? Jajaja" —se rió mientras los veía huir por sus vidas. Sin embargo, no mostró ninguna intención de bajar a ayudarlos.

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"Mmm… creo que separar a todos no fue una buena idea" —dijo Wanda mientras caminaba entre las góndolas de una tienda, la misma de la que Ron había salido hacía un rato.

En sus manos llevaba varias bolsas llenas de bocadillos.

"Podría haber hecho que me ayudaran a llevar todo esto" —murmuró, fastidiada por la carga.

"Pero… Stephen no me dijo que no se podía usar magia en la realidad virtual… qué problema" —dijo, frunciendo el ceño—. "Sin magia será difícil sobrevivir a esos tipos" —agregó, preocupada, pero luego su rostro se tornó en una sonrisa divertida.

"Por cierto, ¿dónde están todos los zombis de los alrededores?"

Salió de la tienda y miró a su alrededor. La calle estaba completamente vacía.

Después de todo, había llegado después de que Ron se los llevara a todos con su escandalosa huida.

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"Bien, así creo que está mejor" —dijo Fred tras haberse quitado la pesada armadura ruidosa, dejando solo las hombreras, los antebrazos, las rodilleras y el casco, lo que le daba mucha más movilidad.

En ese momento, estaban escondidos dentro de una casa, mientras los zombis golpeaban la puerta de entrada.

"¿Y ahora qué hacemos? Estamos rodeados" —preguntó George, mirando por la mirilla de la puerta.

"Veamos si podemos crear algo con las cosas de este lugar" —respondió Fred, comenzando a buscar en la casa algo que les sirviera.

Después de revisar por todos lados, encontraron varios cuchillos grandes, un machete, sogas de escalar, varias botellas de alcohol y algunas herramientas de jardinería.

"Bueno, esto es todo lo que parece ser útil" —dijo George, dejando en el suelo ropa vieja para usar como tela.

"¡Genial! Con esto podemos hacer un par de bombas molotov" —dijo Fred, tomando las botellas de alcohol con entusiasmo.

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"¡Harry, cuidado, a tu derecha!" —gritó Hermione.

Harry estaba peleando con un zombi mucho más alto que él, lo que le dificultaba golpearlo en la cabeza. Además, otro, mucho más pequeño, se acercaba por el costado.

Mientras tanto, Hermione estaba subida en un contenedor de basura, lanzándole piedras a los zombis para distraerlos.

"¿No crees que si bajas y me ayudas sería más fácil?" —se quejó Harry.

Finalmente, logró saltar y atravesar el ojo del zombi alto con la varilla de metal. Luego se dio la vuelta y, usando la misma varilla como si fuera un bate, golpeó al otro zombi que se acercaba.

"Perdón, todavía no me acostumbro a toda la sangre. Cuando lo haga, te ayudaré" —dijo Hermione, un poco avergonzada.

Después de todo, era la primera vez que veía cómo alguien atravesaba el ojo de otro ser vivo.

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Mientras tanto, en la zona de juegos, Natasha había llegado tras recibir las quejas de Snape sobre que algunos de los jugadores llevaban más tiempo del permitido en la cabina de realidad virtual.

"¿En serio, Snape? ¿Te vuelves loco por cinco minutos?" —dijo Sirius, quien pasaba por ahí y escuchó la queja.

"Las reglas existen por una razón, Black. Simplemente entren y sáquenlos" —respondió Snape antes de marcharse.

"Bueno, mis horarios de hoy ya terminaron, así que quiero ver qué es esto de la realidad virtual" —dijo Sirius con emoción, adelantándose antes de que Natasha pudiera decir algo.

"Simplemente tenemos que entrar, sacarlos y salir" —respondió Natasha, viendo el entusiasmo de Sirius.

Sin embargo, él no la escuchó y bajó rápidamente hacia la zona de juegos.

"Suspiro..." —Natasha simplemente lo siguió, resignada.

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