Chapter 42: Capitulo 42: Accidentes [3]
El sol caía oblicuo sobre los ventanales del comedor principal de la U.A., tiñendo de tonos dorados las mesas metálicas y las charlas dispersas de los estudiantes.
Reiji se sentó junto a una columna cerca del ventanal, con su bandeja de almuerzo medio llena y la mirada clavada en las puertas principales.
Se había escabullido un poco antes de la clase para agarrar un buen puesto. Himiko no tenia el mismo horario de almuerzo ese día, entonces le había tocado sentarse solo, no es como si le molestara de todos modos.
Afuera, el ruido de los reporteros seguia sin parar. Pero no habia ni siquiera indicio que fueran a penetrar las puertas principales como la historia original.
'Shigaraki... No vas a aparecer ¿No?' Se pregunto, hundiendo el tenedor en el arroz.
"¿Esperando una invasión o solo malhumorado por la comida de la cafetería? " Preguntó una voz a su izquierda.
Shinso. Con su expresión habitual de fastidio resignado, dejó su bandeja frente a él. Detrás venían dos estudiantes de la clase 1-B: Ibara Shiozaki, la chica de cabello enredadera, y un chico llamado Awase, con un tornillo saliendo del brazo. Parecían haber adoptado a Shinso como parte del grupo por alguna razón.
"Ambas" Respondió Reiji sin levantar la vista.
"Técnicamente, el almuerzo de hoy tiene 17% más proteína que el anterior" Apuntó Awase, leyendo algo en su tableta como si fuera relevante.
"Técnicamente, sigue sabiendo a goma caliente" Replicó Shinso.
Ibara se sentó con un gesto calmo. "No deberíamos quejarnos de las bendiciones que recibimos"
Reiji, por su parte, solo miro a los dos acompañantes de Shinso. Recordaba a la chica, era inconfundible con su pelo de enredadera. Mientras tanto al otro chico... Solo intuyo que era de la clase B pero no recordó nada más de él.
Shinso hizo los honores.
"Este es Reiji, clase 1-A. No necesita presentación, pero igual la doy. Reiji, ellos son Ibara Shiozaki y Awase Yosetsu, clase 1-B"
"Un gusto conocerte" Dijo Ibara, con una ligera reverencia. "He oído hablar de ti. Tu nombre circula mucho entre los estudiantes"
"Eso no suele ser algo bueno" Murmuró Reiji, levantando apenas la mirada.
"A veces lo es, si viene acompañado de respeto" Replicó ella con serenidad.
"Awase" Añadió el otro, levantando la mano a modo de saludo. "Especialista en soldaduras rápidas. Si alguna vez se te rompe algo en combate, soy tu chico"
"Gracias… lo tendré en cuenta" Respondió Reiji, casi por reflejo.
"Te sentaste solo. Así que asumi que no tenías objeción en compartir" Comentó Shinso, empezando a comer sin más.
"No me molesta" Admitió Reiji con naturalidad.
"Es raro ver que dos personas de distintas clase se conozcan de antes" Dijo Awase, clavando su tenedor en una croqueta.
"Supongo que nosotros somos la excepción" Comentó Reiji.
"Y todavía falta Izuku, algún día lo conocerán también"
Hubo una pausa breve. Ibara tomó un sorbo de su jugo antes de hablar de nuevo.
"Me alegra conocer a alguien de la clase A que no se comporta como si los demás fuésemos rivales automáticos"
Reiji ladeó la cabeza levemente. La imagen nítida de Katsuki insultado a todo el mundo llego a su mente.
"Te prometo que la mayoría no somos así..."
"Eso espero" Respondió Ibara con una sonrisa serena. "No vine aquí para competir contra mis compañeros, sino contra mi propia debilidad"
En ese momento, una voz animada se acercó a la mesa desde un costado.
"Oh, ¿Reiji? Qué coincidencia" Dijo Mina Ashido, con su bandeja en brazos. "¿Puedo sentarme?"
"Claro" Respondió él, haciéndose un poco hacia un lado.
"Gracias" Sonrió, tomando asiento con naturalidad. "No esperaba encontrarte aquí con la clase B. Hola, por cierto" Agregó mirando a Shinso, Ibara y Awase. "Soy Mina, de la clase 1-A"
"Yo soy Ibara Shiozaki" Dijo la chica de cabellos enredados, con un leve asentimiento. "Un gusto"
"Awase Yosetsu. Encantado" Agregó el chico con un gesto leve.
"Mina es... La persona más social de nuestra clase" Explicó Reiji con tono neutro.
"¡Tampoco exageres!" Rio ella. "Pero sí trato de conocer a todos. Es más fácil sobrevivir al primer año si no te encierras en tu grupo"
"Eso es verdad" Dijo Ibara, sorprendida por la franqueza. "Me alegra que pienses así"
Justo entonces, se acercó otra figura más calmada, con auriculares colgando del cuello y expresión relajada.
"¿Mesa abierta?" Preguntó Kyoka Jiro, mirando el grupo.
"Adelante" Respondió Shinso sin levantar mucho la voz. "Hay espacio"
"Gracias" Dijo ella mientras se sentaba. "Estaba harta de las conversaciones de recuperación muscular en la mesa de Kaminari y Kirishima"
"¿Tú también terminaste con dolor de cabeza?" Preguntó Mina.
"Literalmente, sí" Dijo Jiro, señalando sus tobillos. "Me pasé con el entrenamiento de ritmo cardiaco"
"¿Y tú cómo vas, Reiji?" Preguntó Mina, girándose a él con genuino interés.
"Comiendo"
"Genial" Respondió ella, acostumbrada a sus respuestas cortas.
La charla se mantuvo tranquila, girando alrededor de anécdotas del entrenamiento, las diferencias de estilo entre profesores, y lo exigente que era el ritmo de U.A. Reiji intervenía solo cuando tenía algo que aportar, observando casualmente las puertas principales de la academia donde no ocurría nada fuera de lo normal.
'Al parecer no sucederá...'
Ibara, por su parte, se mostraba más cómoda conforme pasaban los minutos. Su conversación con Mina fluía con naturalidad, y de vez en cuando miraba a Reiji como si intentara descifrar el tipo de persona que era.
Al terminar de comer, Jiro se estiró con desgano.
"Hora de volver. Aizawa no perdona llegar tarde, aunque sea por culpa de la comida"
"Gracias por dejarnos compartir" Dijo Ibara, inclinando ligeramente la cabeza.
"Cuando quieran" Respondió Reiji con calma.
Shinso lo miró de reojo mientras se levantaban.
"Vas integrándote más rápido de lo que esperabas, ¿eh?"
"Eso debería decir yo, cuando te conocí eran el antisocial numero uno"
"¡Ey!"
***
El aire del taller estaba cargado de polvo metálico y olor a cable recién pelado. En medio del caos controlado de piezas sueltas, herramientas y bocetos manchados de aceite, Mei Hatsume giró sobre su silla rodante sin mirar.
"Tardaste" Su voz fue directa, como si lo hubiera estado esperando más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Reiji cerró la puerta tras de sí, antes de responder a la chica.
"Tenía algo de tiempo libre. Pensé que podría pasar por las piezas"
"Perfecto" Mei se puso de pie, caminando con energía entre estantes repletos. "Ya los había terminado hace unas horas. Pensé en ir a dejártelos, pero... digamos que tenía la sospecha de que vendrías por tu cuenta"
Se detuvo junto a una mesa lateral. Allí descansaban los nuevos guantes de adhesión y un cinturón compacto de diseño más limpio. Los levantó con cuidado, casi con mimo.
"Aquí están. Segunda versión. Rediseñé los guantes con microadherentes sensibles a la presión, mucho más estables en superficies inclinadas. Y el cinturón tiene doble anclaje interno. Si caes mal, al menos no te partes la cadera y tampoco se te suelta como el primero"
Reiji tomó los guantes, analizándolos en silencio mientras los giraba lentamente entre sus dedos. El material parecía más liviano, y el interior tenía un patrón hexagonal que no recordaba del anterior. E incluso, esta vez tenían una mayor función.
"Se ven... mejor"
"Se sienten mejor" Mei sonrió. "Pero eso lo sabrás cuando te trepes a una pared como una cucaracha con complejo de héroe"
Reiji la miró. Por un segundo, sus ojos se cruzaron. Él desvió la vista con naturalidad.
"¿Tienes guardadas mis medidas?" Pregunto al notar como los guantes encajaban a la perfección, cuando Mei ni siquiera le midió las manos.
"Solo observé tus pruebas anteriores. No es como si anotara cada medida exacta de tus dedos, tus palmas, la longitud entre nudillos..." Se detuvo, pestañeando rápido. "Bueno, sí, lo hago. Por precisión"
Colocó el cinturón sobre la mesa y le dio un golpecito suave con los dedos.
"Este también es nuevo. Más flexible, con mejor distribución de peso. Aguanta más herramientas o compartimentos si algún día quieres esconder algo... no sé, como una brújula, un comunicador, una botella de jugo... Lo que sea"
Reiji dejó los guantes sobre la mesa, probándose el cinturón con cuidado. Lo ajustó con precisión. Encajaba a la perfección.
"Gracias" Dijo sin mirar, concentrado en probar el cierre magnético de la hebilla.
"No hay de qué" Respondió Mei, apoyándose contra la mesa con los brazos cruzados. El gesto fue totalmente inconsciente, pero bastó para que su pecho se resaltara de forma natural. Reiji lo notó. No por decisión, sino porque su cuerpo lo traicionaba últimamente. Su mirada bajó un segundo, fugaz, y volvió a subir como si nada.
Era joven. Y por más que se esforzara en mantenerse frío, sabía que esa batalla estaba empezando a perderla. Además, mentiría si las palabras de Hawks no lo habían hecho pensar.
Con Himiko era un tema, pero con cualquier otra chica. ¿Por qué no podía? ¿Realmente salvar el mundo importaba tanto, si para entonces no tendría nada?
"Me gusta cuando alguien sabe usar lo que hago" Dijo Mei, sin notar... o tal vez sí, el pequeño desvío de atención del chico frente a ella. "Y tú... bueno, tú haces que todo esto parezca útil de verdad"
Reiji ladeó apenas la cabeza, recordando las veces que se había lanzado con sus prototipos fallidos, las explosiones, las correcciones. Había sufrido más de lo que quería admitir, pero su regeneración le ayudaba a que esas cosas pasaran fácilmente y era mucho mejor esas cosas, que ser clavado por agujas y inyectados por sustancias nocivas todo el tiempo...
"Funcionan" Respondió simplemente. "Y los ajustes son buenos. ¿Usaste trenzado interno en los guantes?"
Mei sonrió de oreja a oreja. "¡Sí! ¡Al fin alguien lo nota sin que yo tenga que gritarlo! La capa interior tiene refuerzo de polímero reforzado con fibras de carbono y un compuesto antideslizante. Ya no solo te vas a pegar: te vas a quedar"
Reiji asintió, volviendo a girar los guantes entre las manos. Pero su mente no estaba del todo en los materiales.
"¿Y el cinturón?" Preguntó, por inercia.
"Modular, con tres compartimentos ocultos. Más liviano que el anterior, pero igual de resistente" Ella dio un paso al frente y se inclinó ligeramente para acomodarle una de las correas, con esa familiaridad que sólo da el tiempo. Reiji no se movió. Estaba acostumbrado a que Mei invadiera su espacio personal con total naturalidad. Pero esta vez fue distinto.
Esta vez, lo sintió. La cercanía. Su respiración. El roce breve de sus dedos contra su cadera. Aunque todo fuera igual, al menos para él era algo diferente.
"Podrías ajustar más este lado, si quieres mayor agarre en carrera" Susurró, sin levantar la vista.
Reiji tragó saliva casi imperceptiblemente. Mantuvo la expresión neutra, aunque algunas ideas poco sanas pasaran por su mente. Aun así, lo ignoro de forma olímpica.
"...Gracias" Murmuró.
Mei se incorporó, su sonrisa era más suave esta vez. "Para eso estoy. Para ti"
Reiji no respondió. Tomó los guantes con calma, los colocó en su cinturón y dio un paso hacia la puerta.
"Nos vemos"
"Sí..." dijo ella, más bajo. "Te espero para probar la siguiente versión. Ya sabes dónde"
Cuando la puerta se cerró detrás de él, Mei suspiró, cruzando los brazos otra vez.
Reiji, mientras descendía por las escaleras del edificio de soporte, pensó por un momento si Hawks tendría razón.
'Enamorarse... ¿Sera lo que siento por Himiko, pero mucho más libre?' Se pregunto algo confundido.
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