BNHA: Yo soy Reiji Toga

Apenas eran las 14:24 Pm pero Reiji ya había llegado a casa. Como era de esperar, no había nadie esperándolo. Se había venido junto a Shinso y Camie en el tren, hasta que se separaron en sus respectivas estaciones.

"Hoy toca cocinar..." Pensó en voz alta con un suspiro. Su vida iba estando muy... Normal. Pero tenia esa ansiedad de que en cualquier momento, su teléfono volvería a vibrar y sus labores como agente volverían. Después de todo, su descanso solo era hasta que entrara a la U.A, una vez dentro, tendría que volver al ruedo.

Dejó la mochila en la silla y se dirigió a la cocina. La nevera estaba medio vacía, pero suficiente: arroz, huevo, algo de tofu y una bolsa de verduras picadas. Encendió la olla arrocera y abrió una ventana para dejar entrar el aire fresco de la tarde.

Mientras el agua empezaba a hervir, se apoyó en la encimera con los brazos cruzados. 

'Aoyama no existe como estudiante en este mundo, en esta realidad... Eso significa que AFO no tiene un espía dentro de la misma U.A... Eso o es que ahora es otra persona la que es espía' Pensó con el ceño fruncido, eso cambiaba muchas cosas. No tenia la certeza de que AFO supiera que pasaba en U.A y con eso, todos los eventos de la historia original cambian demasiado.

De todas formas, si Aoyama no era él espía, la forma de actuar de la liga de villano ya de por si cambiaria radicalmente. Un suspiro escapo de su boca, para luego moverse hacia su habitación para dejar sus cosas.

Mientras se cambiaba ropa, el vibrar de un cajón oculto de bajo de su escritorio llamo su atención.

Lentamente, se arrodilló y desplazó el falso fondo del cajón con un pequeño empuje de los dedos. Allí estaba: el celular sellado de la Comisión de Seguridad Pública, justo al lado del cuaderno que narraba todos los sucesos que Reiji recordaba sobre la trama.

'No se esperaron ningún día...' Se acerco y leyó el mensaje, una confirmación de un red de pelea clandestina en un estacionamiento olvidado en un distrito lejano. Tenia que actuar hoy mismo a medianoche, una sonrisa escapo de sus labios.

No lo admitiría, pero era realmente emocionando hacer estas cosas. En su vida anterior sufría de una jaula experimental 24/7 y ahora, su trabajo era salir y explorar rincones de ciudades que normalmente nunca vería. Claramente había una diferencia sustancial en sus dos existencias, pero las condiciones eran la misma, seguía siendo una herramienta para alguien más.

'No todo es para siempre ¿No?'

Cerró el mensaje, apagó el celular y lo dejo sobre su cama. Todavía tenia muchas horas antes de que las cosas empezaran.

***

23:52 PM – Distrito Udagawa

El frío de la noche no era el problema. Reiji ya estaba acostumbrado a eso.

Lo que sí le incomodaba era el olor: humedad estancada, tabaco viejo, alcohol derramado, óxido. Una mezcla viscosa que le recordaba a los laboratorios clandestinos donde solían usarlo como conejillo de indias.

El estacionamiento subterráneo estaba tan abandonado que ni los ladrones de autos se molestaban en bajar allí. Tenía tres niveles de profundidad. El acceso estaba bloqueado en la superficie por un cartel de "peligro estructural", pero con la señal adecuada y un billete suelto, una reja lateral se abría como por arte de magia.

Reiji descendió por las escaleras sin hacer ruido. Mientras más bajaba, el sonido se hacia cada vez más silencioso y oscuro, como si en ese lugar no sucediera absolutamente nada de nada.

'Un Quirk tipo barrera. ¿De percepción o de bloqueo?' Reiji miro las marcas de pasos, la chatarra alrededor y incluso algunas gotas de sangre secas en las pareces, junto a los grafitis y todo. Era claro que este lugar no estaba abandonado. No tanto como se quería hacer parecer.

Al llegar al tercer nivel, el aire cambió. Era más denso. Más real. Y ahí estaban. Las luces, las voces apagadas, el rugido subterráneo de una multitud contenida.

Una apertura rectangular en el concreto, tapada con lonas negras y caños metálicos, funcionaba como acceso lateral. Reiji se acercó. Lo dejaron pasar sin hablar. No tenía que mostrar identificación: su silencio y la forma en que caminaba bastaban para que no lo confundieran con un civil.

Al cruzar el umbral, el mundo se reconfiguró.

La estructura se abría hacia un espacio amplio, húmedo, parcialmente iluminado por lámparas colgantes y generadores portátiles.

Los autos viejos formaban una barrera alrededor de un círculo de combate improvisado.Unas ochenta personas, de diferentes edades, miraban, gritaban, apostaban.

Y en el centro, dos figuras se destrozaban sin piedad. Uno usaba un Quirk de explosión sonora. El otro, una piel que se endurecía cada vez que recibía daño.

No había jueces. No había reglas.

Reiji se deslizó entre la multitud. Nadie lo notó. Nadie lo quiso notar.

'El de la piel ya gano...' Pensó de forma rápida al notar como los ataques no le afectaban nada de nada al endurecer su piel, mientras tanto el otro tipo sufría con cada uno de los golpes de su oponente.

Su mirada se movía rápido. Identificó cámaras pequeñas camufladas entre los tubos. Observadores con tabletas. Algunos tomaban nota. Otros simplemente analizaban los combates como quien elige carne en el mercado.

Esto recién estaba empezando, la sangre seguía fresca en el suelo, y todos parecían estar analizando más que apostando. Apenas era medianoche, era lógico pensar aquello.

"¿Nuevo?" La voz fue suave, femenina. Pero directa.

Reiji giró apenas el rostro.

Una mujer de cabello gris pálido y ojos delineados lo miraba con interés. Ropa apretada, cuerpo cubierto de tatuajes, una sonrisa confiada y los labios entreabiertos.

No lo miraba como a un desconocido. Lo miraba como si ya supiera qué tipo de animal era.

"No pareces uno de los que apuestan. Tampoco de los que pelean… ¿Analista? ¿Reclutador?"

Reiji no respondió.

"¿Silencioso? Interesante"

Ella dio un paso más cerca, cruzando los brazos por detrás de la espalda. No con intención de pelear, sino de estudiar. Como si lo considerara parte del inventario.

"Tal vez... Quieras algo más" Dijo mientras se inclina ligeramente mostrando sus atributos.

Reiji la miró, sin tensión.Solo habló una palabra, sin emoción:

"Aléjate"

No fue una amenaza. Ni una advertencia. Fue una afirmación. Una instrucción imposible de discutir.

La mujer lo sostuvo por un segundo más. Luego sonrió, resignada.

"Lástima. Con esa cara podrías haber ganado mucho dinero aquí"

Y se perdió entre la multitud.

Reiji volvió a mirar la pelea. El del Quirk endurecido acababa de romperle la mandíbula al otro con un solo golpe seco. El cuerpo cayó y nadie gritó. Solo hubo murmullos. Un cruce de miradas.

Un operador hizo un gesto con la mano. Dos sujetos arrastraron al perdedor fuera del círculo como si fuera un mueble viejo.

Había muerto, pero a nadie le importaba. Solo los pocos que había perdido dinero se estaban quejando.

'Me quedare un rato más, si me voy ahora... Puede que sospechen algo' Miro de reojo a un par de tipos que lo vigilaban, claramente lo habían visto llegar y sabían que era nuevo, no dejarían que se fuera así como asi.

Podía parecer algo clandestino de forma improvisada, pero en Musutafu, una de las ciudades con mayor actividad de héroes. Nada era tan simple...

Reiji mantuvo la mirada baja, como un espectador más. Su postura era relajada, su expresión neutra, pero cada músculo de su cuerpo estaba calibrando las salidas, las cámaras, los rostros conocidos… y los que no lo eran.

Una nueva pelea fue anunciada con una palmada fuerte en el aire.

"¡Siguiente ronda!" Gritó una voz grave desde una esquina, amplificada por un micrófono viejo conectado a unos altavoces improvisados.

Las luces del techo parpadearon. Un haz rojo iluminó el centro del círculo de combate.

Los murmullos crecieron como olas. Esta vez sí se apostaba. Se notaba por el ir y venir de billetes, por el sonido de monedas pesadas cayendo en bandejas metálicas, por las miradas codiciosas.

'Ahora sí... esto es lo que estaban esperando'

Del lado izquierdo entró un tipo alto, con el torso cubierto solo por vendajes. Tenía una sonrisa torcida y varias cicatrices en los brazos. Las chispas que escapaban de sus dedos lo delataban: Quirk eléctrico.

"¡Va 'Spark Wolf'! ¡Ratio 3 a 1!" Gritó un operador con una tableta.

Del lado derecho apareció un sujeto más bajo, cubierto con una capa raída que arrastraba tras de sí. Caminaba descalzo, y cada paso que daba dejaba una pequeña marca húmeda en el suelo. Llevaba los ojos vendados.

"Y contra él, 'Ciego Químico'! ¡4 a 1! ¡Pagamos doble si gana antes del minuto!"

Los gritos estallaron. Billetes alzados. Nombres gritados. Apuestas cruzadas.

Reiji no movió un dedo. Solo observó.

La pelea comenzó sin aviso. Chispazos. Una explosión leve. El tipo eléctrico saltó hacia su enemigo con un puño envuelto en voltios.

Pero el ciego ya no estaba allí.

Un fuerte olor a metal invadió el aire. El Quirk del ciego se activó: vapores tóxicos brotaron de sus poros, creando una neblina verdosa que envolvió al rival.

El público gritó. Algunos de emoción. Otros, cubriéndose la boca.

El eléctrico cayó de rodillas. Tosió. Su piel se llenó de ampollas.

Spark Wolf intentó levantarse, lanzó una descarga hacia el cuerpo difuso del rival…Pero fue inútil.

Un golpe certero. Silencioso.Y Spark cayó.

"¡Ganador: Ciego Químico! ¡Paga triple!" Gritaron entre aplausos.

El público aulló. El ambiente cambió por completo. Ahora el calor, la adrenalina y el olor a dinero dominaban el subterráneo.

Reiji fingió una leve sonrisa y aplaudió junto a todos, manteniendo el disfraz. Pero sus ojos seguían estudiando todo.

'Ese es...' Sus ojos se entrecerraron al notar una figura flacucha, encapuchada y con una mano tapando gran parte de su rostro. Estaba observando fijamente el combate, junto a muchas otras personas a su alrededor.

Nadie lo miraba. Nadie parecía notar su presencia, y eso era justo lo más alarmante.O lo ignoraban por miedo, o simplemente no sabían quién era. Ambas opciones eran malas.

Reiji bajó las manos tras un par de aplausos lentos más y giró ligeramente el cuerpo. No lo suficiente como para huir, pero sí como para trazar una línea de escape si era necesario.

Antes de poder analizar más, un ruido sordo a pocos metros lo hizo girar levemente.

"¡¡Te dije que eran dos contra uno, imbécil!!" Gritó un hombre, empujando una mesa improvisada donde varios habían estado apostando.

Un vaso cayó y se rompió. El derrame de alcohol sobre el suelo levantó un hedor agrio, mientras dos tipos comenzaban a empujarse. Otros espectadores se apartaban, algunos reían, otros se tensaban.

Reiji no se inmutó. Una gresca entre apostadores no era problema... a menos que se extendiera.

Reiji aprovechó para moverse levemente entre la gente, colocándose en un ángulo diferente.Volvió la mirada a donde había visto la figura antes.

Ya no estaba.

Solo quedaba el espacio. Vacío. El aire allí parecía ligeramente más seco. En el suelo, donde se había apoyado, una mancha grisácea y polvosa. Cinco huellas irregulares. Como si cinco dedos se hubieran apoyado... y desintegrado lo que tocaron.

"…Mierda" Susurró Reiji, sin emoción. Si hubiera podido detenerlo... ¡Incluso matarlo en ese instante! Todo sus problemas, o gran parte de ellos, se hubieran resuelto fácilmente.

'¿Estaba buscando reclutas...?' 

El combate terminó. Las luces cambiaron de color. Una pausa. Un anuncio de "ajuste de ronda".

Volvió a ver el disturbio, todavía seguía pero se había detenido. Ahora era el momento para irse sin levantar sin demasiadas sospechas, camino entre la multitud para perderse y salió tranquilamente por la puerta principal.

Su misión había sido completada y de paso, había obtenido un primer vistazo a Tomura Shigaraki. No era demasiado, pero si lograba captarlo antes de que se vuelva demasiado fuerte...

'Mi vida entera se soluciona...'

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